La Reina de Bastos nos anuncia un periodo en el que hemos de confiar en que todo saldrá bien. Tenemos que activar nuestra imaginación gracias a la fuerza del deseo. Si creemos en algo con suficiente fuerza y convicción llegará a nosotros cuando menos lo esperemos: el secreto es la fe, la energía positiva que puede mover montañas. Además, esa luz que irradias cuando sientes que todo va bien se contagia a los demás y es capaz de animar al desanimado y alegrar al que está triste. Es un buen momento para los encuentros amorosos intensos aunque serán breves